El auge de la inversión de impacto y su integración en mercados emergentes como América Latina

La inversión de impacto es una estrategia de inversión que no solo busca la rentabilidad financiera, sino que también genera impactos sociales y medioambientales positivos. A diferencia de las inversiones tradicionales centradas únicamente en las ganancias financieras, la inversión de impacto se esfuerza por abordar retos globales como la sostenibilidad, la salud y la educación a través de inversiones alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS de la ONU). Estas inversiones se realizan en diversos sectores y clases de activos, y varían en las expectativas de rendimiento en función de factores como la geografía y el perfil de riesgo.

Según GIIN (Global Impact Investing Network ) la práctica de la inversión de impacto se define por los siguientes elementos:

• Intencionalidad

La intención de un inversor de tener un impacto social y/o medioambiental positivo a través de sus inversiones es esencial para la inversión de impacto. 

• Inversión con expectativas de rentabilidad

Se espera que las inversiones de impacto generen un rendimiento financiero del capital o, como mínimo, un rendimiento del capital. 

• Gama de expectativas de rentabilidad y clases de activos

Las inversiones de impacto tienen como objetivo obtener rendimientos financieros que oscilan entre los inferiores al mercado (a veces denominados concesionales) y los tipos de mercado ajustados al riesgo, y pueden realizarse en distintas clases de activos, incluidos, entre otros, los equivalentes de efectivo, la renta fija, el capital riesgo y el capital privado. 

• Medición del impacto 

Un rasgo distintivo de la inversión de impacto es el compromiso del inversor de medir e informar sobre el rendimiento social y/o medioambiental y el progreso de las inversiones subyacentes, garantizando la transparencia y la rendición de cuentas al tiempo que informa la práctica de la inversión de impacto y construye el campo. 

Enfoques de los inversores para medir el impacto variarán en función de sus objetivos y capacidades. Las opciones de medición suelen reflejar los objetivos y la intención del inversor. En general, las mejores prácticas para la inversión de impacto incluyen:

• Establecer y declarar los objetivos sociales y/o medioambientales a las partes interesadas pertinentes.
• Establecer parámetros de rendimiento y metas relacionadas con estos objetivos utilizando parámetros normalizados siempre que sea posible.
• Supervisar y gestionar los resultados de las empresas participadas en relación con estos objetivos.
• Informar a las partes interesadas sobre los resultados sociales y medioambientales

Ventajas de la inversión de impacto

Una de las principales ventajas de la inversión de impacto es su capacidad para generar beneficios sociales y medioambientales tangibles junto con rendimientos financieros. Este enfoque de doble propósito ayuda a movilizar capital privado hacia proyectos que de otro modo carecerían de financiación, como las energías renovables y las iniciativas de vivienda asequible. Además, la inversión de impacto puede impulsar la innovación y ampliar las soluciones a problemas mundiales acuciantes, creando externalidades positivas en las comunidades al mejorar el acceso a servicios esenciales, generar empleo y mejorar la sostenibilidad medioambiental.

Contras de la inversión de impacto

A pesar de sus beneficios, la inversión de impacto conlleva retos. Medir y cuantificar el impacto social y medioambiental real puede ser complejo y a menudo carece de normalización. Los inversores también pueden tener que hacer concesiones financieras, ya que algunas inversiones de impacto ofrecen rendimientos inferiores a los del mercado. Además, existe el riesgo de “lavado de impacto”, en el que las inversiones que supuestamente tienen un impacto positivo no cumplen criterios estrictos, engañando a las partes interesadas sobre sus verdaderos beneficios.

Integración en las carteras generales de los mercados emergentes

En los mercados emergentes, especialmente en regiones como América Latina, la inversión de impacto se está integrando cada vez más en las carteras de inversión convencionales. Los inversores se sienten atraídos por estos mercados debido a su potencial de alto crecimiento y a la oportunidad de influir significativamente en el desarrollo social y económico. Las inversiones de impacto en estas zonas suelen centrarse en sectores como la agricultura sostenible, la sanidad y la educación, que son cruciales para el desarrollo sostenible a largo plazo.

Gestores de activos y asesores financieros: ¿Aceptar o rechazar?

Para sortear las complejidades de la inversión de impacto, los gestores de activos y los asesores financieros deben tener en cuenta varios factores. En primer lugar, deben garantizar una diligencia debida rigurosa para evitar las trampas del lavado de impacto y verificar la autenticidad de los impactos alegados. También deben informarse a sí mismos y a sus clientes sobre los aspectos singulares de la inversión de impacto, incluida la posibilidad de obtener menores rendimientos financieros y los métodos para medir el impacto.

Los gestores de activos y los asesores podrían beneficiarse de la asociación con redes establecidas como la Global Impact Investing Network (GIIN) para mantenerse informados sobre las mejores prácticas y las normas del sector. También deberían tener en cuenta las necesidades específicas y el apetito de riesgo de sus clientes, adaptando estrategias de inversión de impacto que se alineen con los objetivos financieros de los clientes y los resultados sociales deseados.

En conclusión, aunque la inversión de impacto ofrece oportunidades prometedoras, especialmente en mercados emergentes como América Latina, requiere un enfoque cuidadoso e informado. Al adoptar la inversión de impacto, los gestores de activos y los asesores financieros pueden desempeñar un papel fundamental a la hora de canalizar las inversiones hacia proyectos sostenibles y socialmente beneficiosos, impulsando potencialmente un cambio positivo significativo. Sin embargo, esto requiere un compromiso con la transparencia, la rendición de cuentas y un profundo conocimiento de las complejidades de las inversiones de impacto.