En el panorama financiero existe una gran variedad de productos titulizados y vehículos de inversión, cada uno de los cuales atiende a diferentes necesidades de los inversores, desde estrategias generales a otras más específicas. He aquí una visión organizada de estos instrumentos financieros:
Productos cotizados (ETP): Esta amplia categoría incluye diversos instrumentos negociados en bolsa, que obtienen valor de instrumentos de inversión subyacentes como acciones, bonos, materias primas o índices. Los PTE abarcan:
- Fondos cotizados (ETF): Fondos que siguen un índice, una materia prima o una cesta de activos similares a un fondo indexado, pero que cotizan como una acción en bolsa.
- Bonos cotizados (ETN): Títulos de deuda no garantizados, normalmente emitidos por bancos, vinculados a la evolución de un índice de mercado.
Valores respaldados por activos (ABS) y valores respaldados por hipotecas (MBS): Estos valores son bonos o pagarés respaldados por activos financieros o hipotecas, respectivamente. Los ABS pueden agrupar activos como préstamos, arrendamientos o deudas de tarjetas de crédito, mientras que los MBS incluyen hipotecas residenciales o comerciales.
Obligaciones de deuda garantizadas (CDO): Productos financieros estructurados complejos que agrupan diversos activos generadores de flujos de caja y los reempaquetan en tramos discretos que pueden venderse a los inversores.
Notas estructuradas: Títulos de deuda emitidos por instituciones financieras, sus rendimientos se basan en índices de renta variable, una única renta variable, una cesta de renta variable, tipos de interés, materias primas o divisas. La inversión está estructurada para tener objetivos personalizados de riesgo-rentabilidad que se ajusten a necesidades específicas.
Cuentas gestionadas por separado (SMA): Cuentas de inversión gestionadas individualmente que ofrecen un alto grado de personalización al inversor, gestionadas directamente por empresas de inversión, ofreciendo potencialmente una mayor flexibilidad y una gestión de cartera a medida.
Certificados de gestión activa (CGA): Se trata de valores emitidos por bancos que reproducen el rendimiento de una estrategia de inversión definida mediante la gestión activa de una cartera de activos.
Organismos de Inversión Colectiva en Valores Mobiliarios (OICVM): Estos fondos de inversión son populares en Europa y están regulados para fomentar las ventas transfronterizas normalizando las condiciones en toda la UE.
Fondos de alimentación: Se trata de fondos de inversión que invierten la mayor parte de su capital en otro fondo principal con una estrategia de inversión similar, en lugar de invertir directamente en valores. Esta configuración permite agrupar los activos de varios fondos subordinados para una gestión más eficiente en un fondo principal.
Además de negociarse en bolsas formales, muchos de estos instrumentos financieros también están disponibles a través de mercados extrabursátiles (OTC). El mercado OTC permite la negociación de valores directamente entre las partes, lo que incluye una gama de instrumentos que van desde los derivados hasta los bonos y pagarés estructurados antes mencionados, proporcionando flexibilidad y accesibilidad para satisfacer diversas estrategias de inversión.
Cada uno de estos instrumentos atiende a diferentes aspectos de las necesidades de inversión, desde la liquidez y la gestión del riesgo hasta las estrategias de inversión a medida. A medida que evolucionan los mercados financieros, estas herramientas se convierten en esenciales para los inversores que buscan diversificar sus carteras o protegerse de la volatilidad del mercado. Comprender las plataformas y los entornos de negociación disponibles, como los mercados OTC, es crucial para navegar con eficacia por las vías financieras actuales.